El turismo sigue creciendo en España llegando a cifras record
Cada vez queda más claro que el turismo sigue siendo el gran motor de la economía española, aun en tiempos de recesión, y es que España recibió 61,8 millones de turistas en 2015, un record histórico que supone un 5% más que el año anterior.
Francia, Reino Unido y Alemania son los países con más repercusión en el sector turístico español. Reino Unido, el principal emisor con 15,6 millones de turistas, seguido por Francia con 11,5 millones y Alemania con 10,2 millones. Este incremento deja entrever el potencial del sector turístico español, que ofrece el servicio típico de buen clima y playa, pero que se ha reinventado y tiene una oferta turística que se adapta a las necesidades de cualquier turista.
Cataluña sigue siendo el principal reclamo del turismo internacional
Cataluña sigue siendo la comunidad autónoma con más llegadas, con más de 17 millones, un 4% más. Barcelona sigue siendo la joya de la corona, pero la Costa Brava con sus bonitos paisajes y sus playas de agua cristalina, son un destino muy reclamado en verano. Baleares y Canarias son las otras comunidades con más llegadas con casi 12 millones de turistas cada una.
A nivel de pernoctaciones en alojamientos turísticos, 2015 ha sido un buen año para el sector, con más de 113 millones, lo que supone un aumento del 5%. El 60% de las pernoctaciones se realizaron en apartamentos turísticos, el 30% en campings, el 8% en alojamientos de turismo rural y el 2% restante en albergues.
La tipología del alojamiento está cambiando, siendo los apartamentos turísticos los más demandados, por su comodidad y su proximidad a los núcleos urbanos. En 2015 se ha llegado a situaciones de plena ocupación en los apartamentos, gracias en parte a la agresiva promoción de plataformas web como Airbnb o Booking, que ven aumentado su margen económico con los apartamentos y no tanto con los hoteles, mejorando todos los índices del turismo en España a cifras record.
Para finalizar, España posee un mina de oro con el turismo, pero que si no se cuida ni se reinventa tiene el peligro de quedar obsoleto o de banalizar los grandes reclamos de un país que lo tiene todo para el turista.